Los años de la formación

Elena da Persico nace en Verona el 17 de julio de 1869, primogénita del conde Carlos III da Persico y de la condesa María Barbavara di Gravellona.

Sus orígenes son nobles, pero su familia vive una progresiva decadencia económica: Elena es todavía una niña cuando los da Persico deben ceder la villa patricia de Affi y retirarse a una villa cercana más modesta. Luego, en 1878, la familia debe trasladarse a Milán, donde el padre encuentra trabajo y quien, lamentablemente, morirá cuatro años después.

Para Elena aparece, en perspectiva, el problema concreto de “ganarse la vida”: consigue así el diploma de magíster y la habilitación para enseñar el idioma francés. Pero no se dedicará a la enseñanza. Rápidamente comenzará a escribir y será este su verdadero trabajo a lo largo de su vida: primero escritora y traductora y, luego, periodista; un trabajo que desempeñó a contracorriente de las costumbres y a las tradiciones de su ambiente social que era poco abierto a aceptar a una figura femenina comprometida con una profesión.

En 1902, después de un viaje a Baviera y a Bohemia, vuelve a Affi donde continúa escribiendo. En este periodo se define la intuición que sintetiza su vocación: «Heme aquí, oh Señor, he respondido a tu llamado; y seré solo tuya». Esta disponibilidad surge de un deseo intenso de obedecer Su voluntad de Señor y Salvador.